- Compartir con otras personas las experiencias que nos hacen felices. Contar a una persona de confianza el valor que tiene un momento determinado nos ayuda a aumentar el disfrute.
- Guardar los momentos placenteros en la memoria. Recordar los momentos de placer, volver a ellos una y otra vez, sin apego. Una vez que la experiencia está dentro de nosotros, podemos volver a ella sin necesidad de que se vuelvan a dar las condiciones. La experiencia de apertura ya forma parte de ti, es accesible para volver a vivirla siempre que lo desees.
- Apreciar tus cualidades. Felicítate por lo que tienes y por lo que haces. No tiene nada que ver con el orgullo. Simplemente, visibiliza todos tus recursos y agradécelos.
- Agudizar la percepción. Céntrate, concéntrate y saborea las experiencias placenteras. Pon atención a los detalles.
- Ensimismarnos. Déjate llevar por la experiencia, intenta no pensar, solamente sentir y fundirte con ella. No juzgues, no analices, no pienses en lo que deberías hacer ni te preguntes qué ocurrirá a continuación. No te plantees formas de mejorar la experiencia. Regodéate en ella tal y como está siendo, maravillosa en sí misma.
jueves, 6 de enero de 2011
5 RECURSOS PARA DISFRUTAR DE LOS PEQUEÑOS PLACERES
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