jueves, 17 de junio de 2010

DEFENDERTE DEL ACOSO MORAL


Presiones, humillaciones, difamaciones, chantajes... Unos lo llaman acoso psicológico; otros crueldad mental o maltrato emocional.


LOS PERFILES:



  • EL ACOSADOR:
    A simple vista, agradable, sibilino, silencioso.
    Luego, condescendiente, aire de superioridad, implacable.
    Su táctica: aislar, descalificar, negar la comunicación, vejar.
    Incapaz de arrepentimiento, ni de empatía.
    Su talento: golpear donde más duele y hacerse pasar por víctima de la incompetencia de los demás.

  • LA VÍCTIMA:
    A simple vista, competente, concienzuda, afable, complaciente, expresiva.
    Luego, vulnerable, ingenua, le cuesta creer que es acosada.
    Su táctica: volcarse más en su entrega, atemorizarse, no defenderse.
    Tendencia a culpabilizarse.
    Su debilidad: grandes deseos de aprobación por parte de los demás e inseguridad.


CÓMO DEFENDERTE DEL ACOSO


* Tus reglas de conducta:



  1. Intenta entablar diálogo: Si el acosador se niega de forma manifiesta o camuflada, más vale dejar las cosas como están. Excesiva amabilidad es una provocación irresistible para él.

  2. Evita el conflicto abierto: Le estimula. El acosador utiliza todos los recursos para mantener su poder sobre ti, influenciándote o sometiéndote. No toleres las situaciones donde, siempre "por tu bien", intenta decirte cómo hacer las cosas y tomar deciones en tu lugar.

  3. Confirma siempre tu posición.

  4. Reduce los intercambios: Así no darás opción a que use la demagogia, el abuso de poder, la agresión verbal o la manipulación de hechos e intenciones.

  5. Marca las distancias: Si no tienes más remedio que tratar con el maltratador, es responsabilidad tuya fijar el marco y la distancia en el que se va a desenvolver ese trato

  6. Busca aliados: Es de vital importancia que te apoyes en los demás para escapar del terrorismo psicológico. "Hablar es actuar", vienen a decir las campañas de prevención de los malos tratos. Esta idea también es válida para ti: confiarte a tus amigos y allegados es frenar el proceso de culpabilidad y confusión en el que te ha colocado tu perseguidor.

  7. Aclara la situación: Señala a tu agresor con nombre y apellido y expresa lo que te hace sufrir. Por supuesto que corres el riesgo de que algún confidente te niegue la razón ("Exageras. No es más que un incidente; le conoces mal"). Practica con él también la autoafirmación: "Entiendo que no veas las cosas igual, pero yo las conozco porque las he sufrido".

  8. Consulta a los expertos: Asesórate en instancias objetivas: dirección de personal, comités de empresa, sindicatos, médicos laborales, asociaciones, abogados... El concepto de acoso psicológico ya está reconocido y penalizado por las leyes.

  9. Reúne pruebas

  10. Recurre a un terapeuta si es necesario: Para superar del todo la violencia psicológica no basta con haber escapado a la situación: es necesario reconocerse como víctima y haber hecho castigar al agresor.

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