DESECHA ESTAS IDEAS ERRÓNEAS:
- Debo ser el compañero ideal.
- Nunca debo faltar a mis deberes conyugales.
- Sería horrible que yo decepcionara a mi pareja.
- Mis intereses y necesidades han de estar subordinados a los suyos.
- Si algo me desagrada es mejor ocultarlo, podría herirle o distorsionar la paz conyugal.
- Debería estar siempre de acuerdo con él/ella.
- Si realmente me quiere ha de adivinar qué es lo que yo quiero y necesito.
- Si me quiere, ha de mostrarse siempre considerado/a y amable conmigo.
- Creo que no es justo que él/ella realice actividades que yo no puedo compartir.
- Mi pareja debería renunciar a sus antiguas amistades porque ahora ya nos tenemos el uno al otro.
- No me parece bien que él/ella siga manteniendo sus aficiones, porque esto restará tiempo a nuestra convivencia.
- Si no se da cuenta de lo que me ocurre, es que no le importo en absoluto.
- Si verdaderamente me quiere, ha de estar dispuesto/a a hacer cualquier sacrificio por mí.
- Con el inicio de nuestra convivencia empezará una felicidad ininterrumpida.
- Ahora viviremos juntos y eso implicará compartir todos los aspectos de nuestra vida.
- El hecho de convivir será tan agradable que podremos prescindir de cualquier otra necesidad o compañía.
- No deberíamos discutir nunca; resulta desagradable y es signo de desavenencia.
ADOPTA ESTAS IDEAS ALTERNATIVAS:
- Voy a intentar ser un buen compañero para mi pareja. Respetaré su manera de ser y analizaré mis actitudes erróneas.
- Los deberes conyugales no deben estar por encima de todas mis necesidades y preocupaciones.
- Si mi pareja se siente decepcionada, intentaré averiguar los motivos y dialogaremos acerca de qué puedo cambiar de mi conducta o de mi actitud.
- Intentaré que él/ella comprenda y conozca mis necesidades e intereses principales.
- Cuando algo me desagrade, lo analizaré objetivamente y hablaremos de ello.
- Que tengamos puntos de vista diferentes acerca de diversas cuestiones no implica desavenencias. Solo son distintos enfoques de una misma realidad.
- Si realmente me quiere, intentará ayudarme y colaborar cuando yo le hable de mis problemas y necesidades.
- Aunque me quiera, a veces puede mostrarse malhumorado, cansado o poco solícito/a.
- Debería conservar el suficiente tiempo libre dedicado a sus actividades preferidas a fin de que pueda sentirse independiente.
- Sería agradable que ambos pudiéramos conservar la mayor parte de nuestras antiguas amistades.
- Nuestra convivencia no debería significar la renuncia de nuestras anteriores aficiones.
- Si oculto mis sentimientos, mi pareja no tiene por qué adivinar qué es lo que me ocurre.
- Podemos sacrificarnos el uno por el otro, pero sin sentirnos anulados o explotados.
- El inicio de nuestra convivencia es el primer paso de una larga labor que no hemos de abandonar si queremos que sea estable y gratificante.
- Compartiremos la mayoría de las cosas, pero perservando parcelas de individualidad.
- No deberíamos excluir de nuestra vida a aquellas personas con las que nos sentimos a gusto.
- Es enriquecedor contrastar nuestras formas de pensar y llegar a un acuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario